capítulo 1 TIEMPO

Alejandra Bocquel
Ecuación de tiempo
Collage digital
2013

Alejandra Bocquel

Haedo, Buenos Aires, Argentina. Artista visual. En 2005, crea y dirige junto a Norberto J. Martinez: “Espacio EDITOR”, un ámbito que propone la reflexión acerca de la edición independiente, la publicación alternativa así como el intercambio y la difusión de obras por canales alternativos. Actualmente, co dirige “4 Gatos – Espacio de Arte” en Haedo, Pcia. de Bs. As. y el Museo Privado de Libros de Artista “Colección Alfredo Portillos”. Docente investigadora del Instituto Universitario Nacional del Arte (IUNA).

Jaque al rey

Tocada, movida, le dice Juan Manuel a su padre, que antes tomó el peón sin advertir que así el rey quedaba solo y desprotegido.
Las reglas de la visita son claras: ajedrez; partido, revancha y bueno. Y hasta la próxima, papá. No, no sé cuándo va a ser la próxima. Sí, papá, yo te llamo. Ahora apoyá el peón.
Pero el peón queda en el aire. Un partido para cada lado. Y jaque.
Dale, juga, dice Juan Manuel.
No. El peón, en el aire, se niega a bajar al tablero. Donde lo apoye, se equivoca. Y se termina. O empieza a terminarse. Dale, juga.
Ya van dos partidos y muy pocas palabras. En el silencio de la habitación se escucha el segundero del reloj de pared.
Juan Manuel mira la pared y después el tablero. Sólo en la pared hay cambios. Ahora hace rebotar el talón, como si eso pudiese acelerar algo.
Alrededor del reloj Juan Manuel ve fotos: él, su hijo, dibujos del chico que él mismo trajo alguna vez.
El hombre que sostiene el peón de pronto dice: Contame de mi nieto.
Y ese hombre, a cambio, escucha: Otro día te cuento, ahora juga.
El hombre contrataca: ¿Te conté alguna vez cómo conocí a tu madre?
Y además decide su estrategia: no va a apoyar nunca ese peón.

Fernando Chulak

Tiene 33 años. Estudió algunas cosas, intentó otras. Mientras, escribía cuentos. Finalista del Premio Itaú 2011 y 2012, y del Manuel Mujica Láinez 2012. Ha publicado relatos en diversas antologías. Es fundador y CEO del blog http://actosfallidos.tumblr.com

Silvana Castro
Una de dos
Inventario 1974 - 2013

Silvana Castro

Nació en Buenos Aires en 1974. Artista visual y docente. Licenciada en Artes Visuales (IUNA). Participa de exposiciones, libros de artistas, ediciones colectivas e intervenciones urbanas. En 2006 crea CastroMagno junto a Cecilia Magno y desde 2012 editan Busco Lector, publicación semestral de literatura de cordel. También es mamá de Catalina. Blog: CastroMagno

Planificación Racional del Tiempo

Tendría que estar terminando de leer La Ideología Alemana.
Pero a mí, el día y el sol, me traen tu recuerdo.
Tu sonrisa kilometricaaa... y tus Ojos Celestes
iluminando la vereda hasta cruzar nuestros caminos.
Mientras se van acercando nuestros pasos, el sol encuentra en tu cabello
doradito su potente resplandor, dejándonos solo a ti y a mí en este
mundo-veredita.
Podría mirarte horas y no cansarme de hacerlo,
mientras mantengas esa sonrisa tan diáfana, tan picara.
Te cruzo, te abrazo, me abrazas, te beso, te hablo, me hablas, me río,
te ríes, me derrito “sólo pienso que bello sos” dejo de percibir todo lo demás.
Luego te veo partir sonriendo, sin ninguna promesa y con la mano
agitando el viento, más me derrito.
Puedo repasar esta escena minutos enteros y continuos,
pero también quiero terminar de leer a Carlitos Marx.

a NK

Alexandra Salavarrieta

Nació en Santa Fé de Bogotá, Colombia en 1981, realizadora y productora de Cine y televisión egresada del IMPAHU, Radicada hace 5 años en Argentina, actualmente en el Partido Gral San Martín, Militante Territorial de La Patria Grande, Construyendo el Poder del Pueblo desde Biblioteca Popular La Carcova. Actualmente Estudiante de Sociología de la UNSAM.

Laura Andreoni
Apuntes para una imagen sobre el tiempo
Toma directa - 2013

Laura Andreoni

Artista visual y docente. (9 de Julio- Buenos Aires - 1962). Egresada de la E.N.B.A Manuel Belgrano - de la E.N.B.A Prilidiano Pueyrredón - Licenciada en Artes Visuales I.U.N.A. Desde 1986 participa en muestras nacionales e internacionales de Arte Correo, Libro de Artista, Gráfica Experimental, Poesía Visual y Objetos. Entre 1996 y 2008 colabora junto a un grupo de artistas con el proyecto Vórtice Argentina dirigido por Fernando García Delgado. Participa con su obra en la conformación y desarrollo del MOC - Museo del Objeto Contemporáneo (2009 - 2013).

Cortina de vapor

Soplo y por el frío de afuera, la ventanilla del tren queda cubierta de una cortina de vapor gris. Recién no estaba, pero como soplé y afuera hace frío, y adentro calor, ahora está ahí, estampada contra la ventanilla del tren. De a poco, desde los bordes hacia el centro, comienza a desvanecerse. Afuera, se descubre la Villa Lagarto. Antes sólo tenía algunas casas y muy poca gente. Ahora llega a los tres o cuatro pisos; de ladrillo y cemento. Al costado de las vías hay un banco con tres asientos rojos. Los conozco: son asientos de la platea del Monumental. Tienen los números pintados en los respaldos. 52, 53, 54. Deben habérselos llevado el día que River se fue a la B. En medio del fuego, las piedras y las amenazas, me imagino a un grupo de hinchas hamacando los asientos para romper los soportes. Quizás alguna vez me senté en alguno de esos asientos, cuando estaban amurados a la platea de la cancha de River, que entonces jugaba en la A. Como ahora, que volvió. Al costado de los asientos, en la Villa Lagarto, hay una placita de juegos: “Plaza Néstor Kirchner” dice en la pared del fondo. No hay nenes en los juegos. Hay unos autos viejos y chatarra y después La Villa se termina. El tren pasa por debajo del puente de Av. San Martín. Se pone oscuro, pero sólo unos segundos. Después de nuevo luz. Del otro lado del puente hay un terreno vacío con una garita de seguridad y un guardia con campera y gorro mirando hacia el tren. Antes, ahí estaba la Lechería, un asentamiento con peligro de derrumbe. Me acuerdo: familias, pelopinchos, y ropa colgada. Ahora no. El terreno vacío y el guardia. Siempre el mismo guardia. A veces mira desde adentro de la garita, a veces desde afuera. La próxima estación es Villa del Parque. Hace mucho frío. Puedo soplar y hacer una nueva cortina de vapor. Ver como aparece y desaparece lentamente. Desde los bordes borrosos hasta el centro.

Leandro Lama

Nació en Buenos Aires en el año 1986. Realizó talleres literarios con Diego Pazscowski y Juan Martini. Escribe artículos freelance para diarios y revistas. Aficionado a las letras y a la música.

Pablo Leguizamón
Sin título
Toma directa. 2013

Pablo Leguizamón

Nació en 1979. Es Licenciado en Museología de la UMSA. Es reportero gráfico, fotoperiodista y docente de fotografía del Foto Club Argentino. En el año 2006 estudio sistema zonal con el Prof. Tomas Terroba. Entre 2008 y 2009 estudió fotoperiodismo en ARGRA con los docentes Juan J. Traverso y Tony Valdez. En el año 2013 cursa “Fotoperiodismo Contemporáneo” en la Facultad de Ciencias Sociales (UBA) con el Prof. Julio Menajovsky. Actualmente es colaborador de Associated Press y Editorial Atlántida.

Pared

Girás en la esquina esperando encontrar las cosas que supieron ser tuyas, cotidianas, conocidas. Con el desinterés de la costumbre alzás los ojos para ver el edificio. Se te pone la piel de gallina, el corazón frena un instante y lo demás será taquicardia.
Donde viviste quince años no está, es una nada, una muela faltante en el maxilar desparejo de la cuadra. Querés que sea un sueño siniestro, una equivocación, un chiste. No podés fabricar consuelos que le ganen a esa presencia impalpable: tiraron abajo el edificio en el que se alojaba tu pasado.
Te sentás con piernas trémulas en el umbral de enfrente, estás boqueando. Te das aire y por fin enfrentás el agujero. Si hubiera desaparecido todo, lo tolerarías mejor; pero hay restos adheridos que disparan tu memoria. El viejo departamento no es más que un dibujo bidimensional sobre la medianera. Lo que antes fue piso y pared ahora es una grilla que divide colores. Sólo vos sabés que los puntos minúsculos del cuadrado rosa son una pegatina compulsiva de stickers. Las flores del empapelado del living están gastadas. El baño que vio tu desnudez es apenas un rectángulo de azulejos turquesas en donde la jabonera embutida parece de cotillón. Cuadros y bibliotecas dejaron fantasmas pálidos y hay tizne grasiento en lugar de la cocina. Esas paredes oyeron tus secretos, charlas, borracheras, gemidos, discusiones más un repertorio inagotable de canciones y berrinches de la nena. Tu intimidad ahora es pública, ridícula, pobre.
En tu actual vivienda te vas a la cama sin cenar, como en penitencia. Será noche de tormenta y vos, insomne, vas a fantasear que un dejo de jabón hará espuma en la jabonera abandonada, vas a suponer que se afloja el empapelado a la intemperie, que quedará al descubierto un papel incluso más viejo y ajeno. Vas a llorar y, antes de dormir, vas a desear que el agua siembre una planta de la pared, uno de esos brotes que crecen libres, altaneros y sin tierra.

Silvina Gruppo

Nació en Buenos Aires en 1979. Es licenciada en Letras (UBA) y profesora de español como lengua extranjera. Obtuvo el tercer puesto en el Premio nuevos narradores (2010) del Centro Cultural Ricardo Rojas. Publica ficción y reseñas críticas en revistas independientes como Odradek y Efecto Kuleshov, y escribe microrrelatos en ¡qué Te pensás!

Horacio Petre
El tiempo
Dibujo vectorial - 2013

Horacio Petre

Nació en 1966. Es diseñador gráfico, ilustrador y artista plástico. Publicó la tira Clip Clap guionada por Manu García en el “No” de Página/12 (02-05) e ilustraciones en medios independientes como “Sismo Trapisonda”, “Underground”, “Casquivana” y “Orsai”. Desde 2008 publica humor gráfico de su autoría en el blog Lo invisible es esencial a los ojos.

Tiempos muertos

Usar a favor la espera. Si abundan las de vida al aire libre, no es una buena señal. Pensar en escopetas de caza, en los ojos de un pescado que tiembla al salir del río. Caramelos de anís o ventanas de submarinos. Concluir: quizá disfrute de su poder. Le gusta que duela.
Suplementos que vienen con el diario del domingo. De chico le regalaron alcancías. Las de chanchitos, no. Más bien, frascos grandes reciclados. Le resulta musical el ruido de las monedas. Si se pone nervioso, las hace chocar en los bolsillos. No pierde las de cinco. Es de los que agarran un papel y lo frotan con lápiz para dejar impresa la grafía de los cincuenta centavos, si la charla telefónica se alarga. Lo importante es que va a querer sacar tajada con radiografías ó medicamentos que no vienen al caso.
Del espectáculo. Hace muchas preguntas. Compara la vida sentimental y el desempeño profesional de todos los que atiende. Recopila y trabaja anécdotas. Si este profesional atiende a un conocido cercano, lo mejor es abandonarlo. Es lleva y trae.
Living coleccionable. Sonríe y cuida su peinado. Puede ser que pida opinión sobre el paragüero que compró en el Puerto de Frutos o en algún local iluminado con astucia impecable, en el barrio de Palermo. Le gusta su vida, o por lo menos le gusta como está decorada. Se queda en los detalles. En algunos casos puede ser alentador.
(Además, tener en cuenta que la Hola Española en un hombre habla de un vínculo demasiado estrecho con la madre. Y en una mujer, de humos de sangre azul).

Gabriela Varela

Nació en la ciudad de Buenos Aires, en enero de 1980. Trabaja como guionista y es aficionada a la ilustración digital. Si alguna vez termina una novela le gustaría poder publicarla. En caso de ofrecer mecenazgo tiene varios proyectos en carpeta. Ideas para largometrajes, libros álbum en colaboración y reversiones de canciones pop.

Samuel Montalvetti
Tiempo
Collage digital - 2013

Samuel Montalvetti

Nació en Buenos Aires en el siglo XX. Deambula sin rumbo fijo por la C. A. de Bs. As. y alrededores. Devoto de la Pridiliano Pueyrredón, da sermones en el IUNA, con resultados diversos. Gasta lo que no tiene en estampillas, para comunicarse con los creativos seres del Arte Correo, preocupado en entender como el mundo no ve lo que sus ojos ven. Arte Correo - Samuel Montalvetti - Comunicación a distancia

Liviana

Camisas, remeras, cárdigans, quién usa un cárdigan, los fabricantes de cárdigans deben estar hoy sin trabajo, junto con los fabricantes de pañuelos de tela, los dueños de videoclubs, de parripollos y de canchas de paddle, y ni hablar de esos que tienen videoclub y parripollo todo en uno; las zapatillas, casi todas rotas, están siempre al fondo del placard, así no las veo, ¿por qué no las tiro? Una absurda cantidad de películas en VHS, ya ni tengo el reproductor pero las películas siguen ahí, clásicos, como dice mi marido, una torre de clásicos más alta que Clark Gable y con menos renovación que nuestro botiquín del baño, eso, el botiquín, ¿hace cuánto no lo abro? Todo lo de adentro debe estar vencido, más viejo que la tía Chola, pobre Chola, nunca leí el libro que me prestó, debe estar en la biblioteca, siempre pensé que una buena biblioteca es el patrimonio cultural de una casa, ahora me doy cuenta de que es una tremenda equivocación; la cocina desborda de cosas que no uso, ¿tiro las ollas y los tuppers? ¿Quién se lleva las tapas de los tuppers? En la alacena detonan condimentos que nunca usé: páprika, hinojo deshidratado, si yo no como hinojo, no me gusta el hinojo, ni sé lo que es el hinojo, pero en mi alacena tengo hinojo deshidratado; y cúrcuma, ¿qué es la cúrcuma? ¿En qué se usa? Toda mi casa así, mi vida es así. Abruma, como dice siempre la tía Chola. ¿Y qué hago? ¿Tiro todo? ¿Armo una feria americana y que cada uno se lleve lo que quiera? ¿Hago un plan canje y largo cien cosas que no me sirven por dos o tres que me vengan bien? ¿Le regalo todo a mis amigas? ¿Lo vendo por internet? ¿Saco todo a la calle? Pero, ¿cómo le va a servir a alguien de la calle un hinojo deshidratado vencido? Por ahí va a ser mejor mudarme, entregar la casa así como está con todo adentro, y de paso dejo también a mi marido, que hace como quince años se tiró en aquel sillón y ahora no lo mueve ni la policía montada.

Pablo Roisentul

Es Psicólogo, estudió gastronomía, cocina de todo y cumplió el sueño de tener un bar. Tiene un cuatro venezolano que adquirió de grande y que le permite tocar y cantar sus canciones favoritas. Es un aficionado a las letras desde siempre, le gusta jugar con el lenguaje. Hace más de diez años trabaja sus textos en el taller de Diego Paszcowski. Escribió dos nouvelles, un cuento largo y muchos cortitos. Está enamorado y tiene el hijo más lindo del mundo.

Norberto José Martínez
Sin título
collage digital, 2013

Norberto José Martínez

Nació en Buenos Aires, en 1970. Egresado de la Escuela Nacional de Bellas Artes “Prilidiano Pueyrredón” en la especialidad Escultura en 1992 y Grabado en 1995. Expone sus obras en muestras individuales y colectivas en el país y en el extranjero. En el 2003, crea EDICIONES AMNESIA y obtiene el Premio “Clamor Brzeska – 2005”. Es docente en el Instituto Universitario Nacional del Arte (IUNA).

Coipo

Cansado y a la espera, hasta que el sueño comienza a deslizarme en la espesura de un discurso latente, discurro entonces en los fluidos inciertos de la laguna, en las cercanías del mar. Más acá el mundo es este pequeño bosque donde brota el dulce fuego de mi cuerpo, interior invisible. Ahora sí, es el momento. Por debajo del océano abro obstinado con el hocico, largos túneles, cavidades, para desembocar en el otro tiempo. En los ojos y en la nariz anidan coleópteros en cuyos húmedos estuches posan organismos más pequeños, y yo voy empujando (y nos llevo), paciente, como puedo, por el canal de barro bajo la colosal sopa orgánica que se agita y enerva con este ínfimo parásito. Cuando salgo, mis ojos se humedecen con el atardecer, lo reconozco. Miro fijo el sol colapsando sobre el mar quieto, inmovilizado por el dios. El sol se derrama mansamente en una duración que va cesando, que se va agotando y cae con fuerza al final el dios, como si acabara. Cuando la conciencia se despliega con ese rayo resplandeciente y efímero, reconozco su huella en los sedimentos de mi alma, y en el cíclico ciclo de los días diurnos y las noches nocturnas me asalta una certeza, una sombra que va dejando profundas pisadas en un ayer siempre nuevo: donde la laguna de este lado recibe el agua salina y llegan en medio de intensos remolinos caracoles, tapitas y bolsas, se agolpan ahora las marcas de un recuerdo. Una figura viene bordeando la orilla, de cerca su pelo es un pequeño mar de ondas doradas, pasa y me mira con algo de asombro, se acomoda el bolso sobre la espalda, me sonríe desde su tiempo de cristal, agarra una rama y me toca. Luego sigue su marcha. El recuerdo de la luz reinventa el pasado y pude resultarle familiar porque las siluetas se llenan de una vida que repercute contra el cuerpo desde adentro, las deformadas sombras se levantan de nuevo porque el pasado se echa a andar anulando la muerte desde este cuerpo coipo.

Juan Lázaro Rearte

Es Doctor en Letras y docente de Literatura Alemana en la UBA. Tradujo obras de Klinger, Humboldt y Schiller. Es Investigador Docente en la UNGS, donde se desempeña en Lectoescritura y en Estudios de la Literatura Moderna. Integra el grupo teatral Los últimos tres, con el que estrenó Bulbus, de Anja Hilling. Como poeta es autor de Póstuma (2004), Happy Hour (2005) y de Últimos 55 min de la mañana (2009). Actualmente, prepara un nuevo libro de poesía: Teoría del archipiélago.

Diego Lazcano
La voz de la palabra
Grabado de pvc y sellos - 2012

Diego Lazcano

Artista Visual y Diseñador Gráfico. Participa en exposiciones y convocatorias colectivas de artes visuales. Edita publicaciones independientes. Web: Diego Lazcano

Poema 2

Tiempo tirano.
Tiempo nuevo.
Tiempo al tiempo
que se recupera al sopar la magdalena en la taza con té,
pero se esfuma, caprichoso, según dictan las agujas del reloj.
Ese tiempo que puede convertirse en dinero,
es también tiempo de ocio.
Tiempo de cambio.
Signo de los tiempos.
Tiempo que abruma.
Tiempo de narrar historias sobre el tiempo,
ese tiempo loco.
Tiempo que se pide al dar el tiempo.
Tiempo muerto.
Tic tac. Tac. Tic.
Tiempo en pedazos, astillado, muerto,
y, nuevamente, tiempo recobrado.
Tiempo de siembra, de espera, de silencio.
Tiempo de revancha que se roba al tiempo
como el azote castrador del titán Cronos a su padre Urano.
Tiempo existencial, fenomenológico, dialéctico,
Ser del tiempo en los tiempos modernos.
Y ahora que soy yo también tiempo en un cuerpo,
mido los días, las horas, los segundos,
hasta que llegue el tiempo de abrazarte.
El tiempo en el que tiempo sea solo tiempo.
Sea todo tiempo. Nada más que tiempo.
Pretérito, presente y futuro en cualquier modo.

Vanesa Pafundo

Nació en Buenos Aires, en febrero de 1975. Estudió la carrera de Letras en la UBA. Actualmente, se desempeña como docente en el ámbito universitario y secundario. Además ha sido miembro del consejo editorial de la Revista Odradek, donde publicó varios artículos de crítica y ficción.